El primer cruce entre el Gato Leopardo Asiático (Prionailurus Bengalensis) y el Gato Doméstico (Felis Silvestris Catus) fue datado por Harrison Weir en 1889. El Gato Bengalí es una concreción del desarrollo de la Variedad Spotted Tabby, los "Gatos Leopardo" ya presentes en el Very First Cat Show del Crystal Palace del 13 de Julio de 1871.
La raza Bengalí nace del cruce inicial entre el Prionailurus Bengalensis (Gato Leopardo Asiático) y el Felis Silvestris Catus (Gato Doméstico). Algunas tribus de la Península Malaya han domesticado satisfactoriamente desde tiempos lejanos híbridos de primera generación de este cruce, que se da de manera fortuita en la propia naturaleza, como muchas otras hibridaciones que han dejado su herencia en la sangre de todos los gatos domésticos que viven pacíficamente en millones de hogares, destacando en esta herencia la dejada por el Felis Silvestris Lybica o el Gato Montés Europeo (Felis Silvestris Silvestris), que emparentó con el Gato Doméstico desde el primer instante en que los romanos poblaron su Imperio de gatos domésticos (Felis Silvestris Catus) traídos del Norte de África como parte habitual de la población de sus asentamientos debido a su utilidad. La raza Bengalí no nace de ninguna hibridación aberrante, sino del mismo proceso natural evolutivo que ha vivido el Gato desde sus orígenes hace unos diez mil años. Eso sí, a diferencia de la mayoría de las razas y/o ejemplares, su ancestro salvaje más reciente no hunde sus raíces en la lejanía de la historia, sino en unas pocas generaciones atrás (al menos 3 según los requisitos mínimos actuales de la raza para su registro como "purebreed").
Ya en la Primera Muestra de Gatos (Cat-Show) de la Historia, realizada el 13 de Julio de 1871 por el naturalista y escritor Harrison Weir, con el apoyo del científico Charles Darwin y de la Reina y Emperatriz Victoria, en el Crystal Palace de Londres (de cuya tradición nace nuestra federación del clubes, GCCF, -más sobre las exposiciones felinas de GCCF AQUÍ-), junto con las clases de raza de origen primordialmente geográfico (los Persas de Irak, los Angoras de Ankara, los Siameses de Siam, los Manx de la Isla de Man, etc.), se establecieron otras clases de Variedad según pelaje y patrón, destacando entre ellas la Variedad Spotted Tabby, llamados ya entonces "Gatos Leopardo", primordialmente gatos provenientes de la hibridación con felinos salvajes que representaban en la Capital del Imperio Británico el espíritu de las más recónditas, exóticas y lejanas colonias. Varios de estos ejemplares ya consiguieron sus premios desde el Primer Cat Show, dejando por escrito en los estándares incluso la datación del primer cruce fundacional intencionado de la que será la raza Bengalí, un primer cruce que no nace ni de experimentos científicos ni de "ocurrencias o accidentes", sino del serio trabajo de la zoología en el Siglo XIX, y perfectamente asumido por el Cat Fancy en sus propios orígenes...
Varias son las razas que permiten un patrón Spotted Tabby: el Gato Bengalí, el Mau Egipcio y el Ocicat -hoy incluidas en la Variedad que corresponde a la Sección IV junto con otras 17 razas-. Pero en el Very Fisrt Cat Show, y así durante décadas, los gatos de pelaje Spotted Tabby constituían una única Clase y Variedad en sí misma, al margen del cruce o hibridación que los originasen. Harrison Weir no sólo organizó el primer y los primeros Cat Shows, fundó el Primer Club (The National Cat Club), fue el primer juez de gatos, y redactó los primeros estándares de las razas, recogidos en su obra: Our Cats and all about them, publicada en 1889. En esa obra, en distintos lugares, da pistas sobre los mejores cruces de color para las razas que nos ocupan, algunas anécdotas, los propios estándares, e incluso los gatos de referencia, entre ellos el primer cruce intencionado datado en la Historia entre un macho Prionailurus Bengalensis y una gatita Tabby doméstica (hoy lo llamarían F1 de la Raza Bengalí), llevado a cabo no en Estados Unidos en el año 1963, sino en Londres, en la muy respetable Sociedad Zoológica de Regent's Park, antes de 1889, cuando ya se estaba barajando la posibilidad de volver a cruzar la descendencia (hoy se diría que para conseguir un F2). [NOTA: Estos gatos no eran Fx, sino siempre G, porque los gatos híbridos de aquellos shows eran gatos entre los gatos, híbridos, pero gatos]
Nunca se abandonó el cruce que nos ocupa dentro de la Zoología, pero las dos Guerras Mundiales y la pérdida de las Colonias alejaron a estos gatos del Cat Fancy hasta los años 60, cuando muchos ejemplares de Prionailurus Bengalensis fueron importados a Estados Unidos por una creciente moda e interés de particulares. Hay que destacar, como pioneros en los Estados Unidos de América, los trabajos de Robert Boudy, Dolores Newman, Ethel Hauser, y especialmente el de William Engler, miembro de “The Long Island Ocelot Club”, con gran peso y vinculación con CFA (The Cat Fiancers Association), y que consiguió: 1- El estatus de esta raza como raza independiente, 2- El nombre de “Bengal Cats”, “Gatos Bengalíes” en español, para estos gatos. También debe reseñarse la labor de otro club, “The Bengal-seen Luchsals Fiancers”, fundado en 1977 por Sylvia Miroir. Sus miembros cruzaban Bengalíes de segunda y tercera generación y en 1977 figuraban en el Registro Experimental de American Cat Fiancers Association (ACFA) e incluso participaban en exposiciones. Una vez abierta la veda, los miembros de “The Long Island Ocelot Club” consiguieron que CFA inscribiera a los gatos bengalíes en sus registros en 1980. Muchos de los gatos bengalíes actuales nacieron de cruces de Prionailurus Bengalensis y Mau Egipcio realizados por el matrimonio Kent (Greg y Elizabeth) en su programa de cría.
Nuestra querida Zora junto a un original de época del año 1889 de los estándares redactados por Harrison Weir. Se trata de la Primera edición Americana, tras publicarse en Reino Unido, y tuvo la Variedad Spotted Tabby en la portada dada la gran expectación que despertó. Marbella-Felina adoptó este gráfico legalmente como emblema.
Pero el año 1985 CFA prohibió el registro de gatos con sangre salvaje en su Libro de Orígenes por: Un desafortunado incidente en un Cat-Show con un híbrido de primera generación (F1); y el falso rumor de que una tal Jean Mill estaba metiendo sangre salvaje en el Mau Egipcio, como si ella no tuviera exactamente el propósito contrario. Ella misma escribió un libro en el que relató sus esfuerzos e incomprensiones: Guide to owning a Bengal Cat. Célebre será su afirmación de que uno de los principales motivos para trabajar con esta raza fue ayudar a terminar con el tráfico cruento de felinos por la empatía que podría suscitar una mascota con el mismo pelaje que los animales que se estaban matando por sus pieles. Cuando ella ya entra visiblemente en escena, ACFA y CFA ya registraban gatos bengalíes gracias a William Engler (que da nombre a la raza), al trabajo de éste y al de muchos otros criadores. Los criadores de CFA y ACFA ya trabajaban una nueva raza autónoma (contemplada dentro de una Variedad mayor desde 1871). La recién fundada TICA la reconoció como raza experimental en 1983, algo que a la postre fue vital, ya que que CFA terminó excluyendo de su registro a todos los gatos nacidos de la hibridación. TICA aprobó su estándar para el Bengalí en 1986, con sus propias normas de registro. Jean Mill fue la principal valedora de esta raza en la por entonces recién nacida TICA, donde tampoco lo tuvo fácil, a pesar de que TICA se originase para flexibilizar la admisión de razas no admitidas en otras asociaciones con criterios más estrictos. Debemos concluir que gracias a ella hoy tenemos gatos bengalíes en nuestros hogares y en los listados de razas admitidas, ya que ella abrió las puertas que en otros espacios se cerraron. GCCF reconoció esta raza como tal en 1997.